martes, 18 de octubre de 2011

La Familia…

La familia es desde luego,  el lugar primero de la convivencia humana… vivir es convivir. El ser humano aislado no existe, sino imaginariamente. Todos los seres humanos pertenecemos a comunidad, hacemos nuestra vida con los demás y el aprendizaje de la convivencia se hace, precisamente, en la familia. Allí es donde, desde que nace la criatura humana se encuentra con otros y tiene que acostumbrarse a tolerar a esos otros, aceptarlos, tratar de entenderse  ellos con ellos, buscar colaboración  y ayudarse mutuamente. Allí se hace la primera experiencia de convivencia…
   Pero la familia es además, el lugar por excelencia, del amor, de la entrega generosa, de darse al otro, de la delicadeza, la ternura, la abnegación. Es también, el lugar de la intimidad, el lugar donde no se está en los ojos del mundo, sino que en la reserva de la privacidad y por consiguiente, el lugar de la sencillez, donde no se necesita artificio, donde no hay que estar aparentando, donde por el conocimiento mutuo, cada uno sabe que el otro lo conoce, y en consecuencia es el lugar de la autenticidad. Donde se es más auténtico, es en el seno de la familia.   
Y todos  anhelamos que la familia sea el lugar de la paz y la felicidad…
La familia, en consecuencia determina un sentido de pertenencia.
El ser humano en la familia no se siente solo y aislado, como hoja a merced del vendaval, sino que se siente protegido, integrado. Pertenecemos todos, primero a nuestra familia, luego a las comunidades de que formamos parte, a nuestra ciudad, nuestra patria, nuestra iglesia, cofradía, a partidos políticos, sindicatos, etc. En ultimo termino pertenecemos a la humanidad”